domingo, 28 de septiembre de 2014

Homenaje a los caballeros de deslustrada armadura



Desde aquí quiero rendir homenaje a todos esos caballeros olvidados, que, desprovistos de relucientes armaduras, protegen a sus damas como a un delicado tesoro. Las cuidan con sus mimos. Las consuelan en las dificultades. Las apoyan en sus sueños. Las libran de la rutina con sus caricias y las aman fielmente cada día.

A todos ellos les digo que les echo de menos en la literatura actual. Que no importa que no puedan comprar una armadura más brillante porque su sueldo no les alcance. Que los empresarios multimillonarios, guapos y jóvenes están contados, aunque invadan la irrealidad del papel. Que el amor al dinero tal vez ha cegado a algunas haciéndoles creer que encontrarse a uno de esos personajes de fábula sería un partido mejor que el hombre sencillo que las acompaña en su cama.

Que no decaiga su autoestima porque, aunque algunas autoras se empeñen en decir lo contrario, en realidad, no nos gusta que nos controlen, nos utilicen como un trozo de carne o nos confundan con un bonito jarrón del salón.

Que las mujeres seguimos esperando a nuestro príncipe azul. Un hombre con carácter que no se deje amedrentar, que sea ingenioso e inteligente, que nos provoque y nos moleste de vez en cuando, pero sobre todo, que nos valore y nos quiera, sin importar que su sangre no sea de la realeza, no cabalgue en un ferrari y no tenga dinero para comprarnos la Luna.

Por que, digo yo ¿qué mérito tiene que un multimillonario te compre un cochazo como regalo de graduación si para él es una menudencia? ¿No es mejor un detalle conseguido con esfuerzo? ¿No es mejor que te sorprenda trayéndote el desayuno a la cama que teniendo una sirvienta que todos los días te prepare un café?

¡Llamadme loca! No os desmiento. Para mí el amor es otra cosa. Y los hombres, obviando los tópicos en los que encajen, son personas de carne y hueso. No los comparéis con los héroes de la ficción por que, tal vez, ese filtro os ciegue y perdáis al hombre real que completará vuestras vidas y os hará sentir las princesas de vuestro cuento.

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