lunes, 22 de junio de 2015

Claves para construir un texto más claro

¡Hola a todos!
La entrada de hoy quiero dedicarla al cuidado con el que debemos tratar nuestros textos para hacer la vida de nuestros lectores más sencilla. Sus ojos deben pasearse por las letras sin obstáculos que los detengan o los hagan retroceder. Deben disfrutar de la experiencia sin resoplidos frustrados. Nuestras palabras deben mantenerlos intrigados, atrapados; deben enamorarlos y hacerlos suspirar.
Pero, ¿cómo lo conseguimos? Ahí van algunos consejos:
  • Utiliza palabras sencillas: ¿Crees que utilizando palabras antiguas, técnicas o rimbombantes obtendrás una mejor opinión de lector? Lamento decirte que no. Si lo obligas a acudir al diccionario cada dos por tres, lejos de agradecerte tu labor cultural, se aburrirá y abandonará la lectura. Es el problema de los clásicos. Son maravillosos cuando un profesor de literatura te sitúa en el contexto y te aclara los escollos; o cuando voluntariamente quieres empaparte de la técnica de los escritores que marcaron la historia de las letras; sin embargo, los jóvenes (y los que ya no lo son) encuentran esos textos oscuros y les cuesta digerirlos.
  • Forma frases fluidas: Hay muchas formas de construir una frase. El orden de las palabras y de los complementos afecta directamente al significado y la comprensión del texto.
    • Controla la posición de los incisos explicativos, colocándolos al lado del nombre que complementan, porque no es lo mismo decir: «La carta del director a los padres» que «La carta a los padres del director». ¿Te das cuenta de la ambigüedad que puedes generar?
    • «No mezcles peras con manzanas». No puedes intentar coordinar verbos que van acompañados por preposiciones diferentes. «Marta amaba y bailaba con Ramón», es incoherente, no tiene sentido. La opción correcta sería: «Marta amaba a Ramón y bailaba con él».
    • «Cada oveja con su pareja». Debes evitar que adverbios e incisos se infiltren entre las siguientes parejas: sujeto y predicado, predicado y complemento de objeto, auxiliar y participio pasado. Para lograrlo, coloca los elementos en discordia delante o detrás de estas parejas, sobre todo si se trata de un inciso muy largo. «La abeja Maya, en los días de primavera, volaba de flor en flor» (¡¡Mec, error!!). «En los días de primavera, la abeja Maya volaba de flor en flor» o «La abeja Maya volaba de flor en flor en los días de primavera». ¿Ves la diferencia? 
  • Elimina las palabras superfluas: ¿Por qué? Porque si las eliminamos no alteramos el significado de la frase, pero sí la hacemos más breve y fácil de leer.
    • Numerales obvios: Tenía dos ojos verdes/Tenía ojos verdes.
    • Pronombres relativos (en especial los indirectos): Sustituiremos las proposiciones relativas por un complemento. «Necesitas leer las instrucciones con las que podrás montarlo/Necesitas leer las instrucciones para montarlo».
    • Dobles negaciones: Suelen obligar al lector a releer la frase para acabar de entenderla, por lo que es mejor utilizarlas con cuidado. «No es conveniente dejar de tomar en consideración estos consejos»,¿qué es lo que ha dicho?, ¿hay que ignorarlos o seguirlos? Sería mejor escribir: «Es conveniente/Conviene tomar en consideración estos consejos».
    • Expresiones burocráticas: alguna puede pasar inadvertida, pero su uso frecuente convertirá nuestro texto en fatigoso y largo. (en orden a, inherente a, por lo que concierne a, en relación con, al efecto, respectivo...) «Los profesores acudieron a la cena con sus respectivas parejas». Si eliminamos «respectivas» el significado no varía.
  • Frases activas versus pasivas: La activa es mucho más directa y comprensible. Se aconseja en todos los casos posibles. «Esta entrada ha sido dedicada por mí a la construcción de textos más claros» (pasiva). «He dedicado esta entrada a la construcción de textos más claros» (activa).
  • Evita la repetición de sonidos (también en los nombres de los personajes): Deja estas repeticiones para la poesía o los anuncios publicitarios. Evita las palabras parecidas o que contienen la misma raíz. «Los vocablos del vocabulario», por «las palabras del vocabulario». («Dumbeldor», ya sé que no se escribe así, estamos hablando de sonidos.../Voldemort).
  • Evita las asimetrías: Es mucho más claro presentar informaciones paralelas con construcciones lingüísticas simétricas.
    • De los nombres: «La amaba por su bondad y porque era muy simpática» (Construcción asimétrica). «La amaba por su bondad y por su simpatía» o «La amaba porque era muy bondadosa y simpática» (Construcciones simétricas).
    • Del verbo: «Leer abre nuestras mentes y escribiendo potenciamos nuestra creatividad» (Construcción asimétrica). «Leer abre nuestras mentes y escribir potencia nuestra creatividad» (Construcción simétrica).
    • Del adjetivo: «El idioma chino se está expandiendo más que el idioma de Inglaterra» (Construcción asimétrica). «El idioma chino se está expandiendo más que el inglés» (Construcción simétrica).
Para generar esta entrada, he seguido el esquema de «Cómo se escribe», de Maria Teresa Serafini. Espero que te haya resultado útil. Seguro que si aplicas estos consejos, tus textos serán más fluidos y tus lectores disfrutarán más de tus trabajos literarios. 
¡Gracias por leerme y hasta la próxima!

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