¡POR LA IGUALDAD!
Como ya somos 400 en el grupo no habrá quién nos detenga. Caminaremos juntos, aunando nuestras fuerzas, en busca de un
objetivo común: recuperar la vida.
Avanzaremos sin brazos y sin piernas.
Desgarraremos la carne de los que aún sienten los latidos del corazón.
Masticaremos con fuerza, nos tragaremos sus vísceras y su sangre
decorará nuestras pieles cetrinas. ¡Ya somos 400, pero seremos muchos
más!
Pasead vuestros mortales cuerpos e infectad con ellos a los que aún
sienten el calor de sus miembros. Partid hasta que todos seamos
iguales, hasta que nadie llene de oxígeno sus pulmones. Solo así cesarán
las diferencias y todos tendremos las mismas oportunidades.
Aviso para el lector: Este relato puede herir su sensibilidad. Ay, siempre me olvido de poner esto al principio, jijiji
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