Siento el frío de la lejanía; la distancia que marchita día a día esta
relación. ¿Son, en realidad, los kilómetros los culpables o ya has
encontrado un amor mejor?
Dices que nada ha cambiado, pero el silencio con el que me castigas refleja que mientes. Tu sonrisa ya no calienta mi corazón y tus palabras, cargadas de indiferencia, son como agujas que atraviesan mi alma.
Espero con impaciencia tu llamada, el mensaje que demuestre que estás pensando en mí... Si puedes, sácame de este error que me está matando por dentro, y si no, no prolongues mi agonía; permíteme olvidarte para que pueda volver a soñar.
Dices que nada ha cambiado, pero el silencio con el que me castigas refleja que mientes. Tu sonrisa ya no calienta mi corazón y tus palabras, cargadas de indiferencia, son como agujas que atraviesan mi alma.
Espero con impaciencia tu llamada, el mensaje que demuestre que estás pensando en mí... Si puedes, sácame de este error que me está matando por dentro, y si no, no prolongues mi agonía; permíteme olvidarte para que pueda volver a soñar.
Muy bonita forma de expresar el dolor por la ausencia.
ResponderEliminarMuchas gracias, Beatriz :)
EliminarSueños retenidos podría ser otro título. Buen micro.
ResponderEliminarGracias por la sugerencia, Nelo. Un abrazo.
EliminarNo está mal..., me gusta.
ResponderEliminarGracias, P.L. Salvador.
Eliminar¡Cuanta pasión en tan pocas líneas! :) ¡Gran microrelato!
ResponderEliminar¡Besos!
Muchas gracias por tu comentario, Tulkas. Me alegra que te haya gustado. ¡Besos!
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