jueves, 23 de octubre de 2014

Halloween en su casa


Deseaba que su fiesta fuera recordada como la mejor de la historia. Escogió los detalles con detenimiento: las calabazas, las velas, los caramelos...
La decoración impresionaba. Nadie podía resistirse a tocar las manos que sobresalían del suelo cual muerto en plena resurrección. Bromearon cuando encontraron los ojos que cuidadosamente había depositado en el ponche. Le llovían las felicitaciones, incluso la sangre que salpicaba las cortinas les parecía real.
La curiosidad les llevó a levantar antes de tiempo, la inmensa tapa de aluminio que ocultaba su principal sorpresa... Una cabeza ocupaba el lugar del pavo, endurecida por el rigor en una mueca tétrica que la enorgullecía.
El caos reinó en la sala. Nadie probaría ya su plato principal. Le habían arruinado la fiesta. Ofendida, reencendió la motosierra y convocó el silencio.

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